Finalidad del Proyecto:

El talud caracterizado por un frente prácticamente vertical con altura de más de 40 m, ubicado al margen de la carretera provincial entre las poblaciones de Villanova y Albenga, ha presentado en diferentes periodos desprendimientos de volúmenes de roca incluyendo algunos de grandes dimensiones.

De las exploraciones, estudios geológicos y geomecánicos efectuados, se encontró una situación de riesgo elevado para los usuarios de la carretera, por lo tanto se diseñaron y realizaron todos las obras necesarias para garantizar la seguridad sobre la vía.

Descripción del Proyecto:

Desde los estudios fue posible concluir que el macizo rocoso, compuesto por calizas y calcarenitas esquistosas muy plegadas de color gris, presentaba fenómenos de inestabilidad por la formación de volúmenes de roca potencialmente inestables que podían deslizarse sobre planos esquistosos que según la orientación de los pliegues podían formar a su vez grietas de tensión (tension cracks); tal formación resultó confirmada al estudiar particularmente la geometría de las cuñas con posible desprendimiento a lo largo del talud. Con el objetivo de tener una visión directa de las discontinuidades presentes en el macizo rocoso, se realizaron tomas televisivas en todos los foros de exploración mediante videocámaras.

La primera fase de intervención permitió la reapertura en el menor tiempo posible de un carril de la carretera gracias a la construcción de un muro en gaviones ubicado a lo largo de la zona del proyecto del lado de la montaña, y en la zona del afloramiento rocoso, un carril de tránsito provisional en la zona del valle del proyecto, es decir de la parte opuesta a la montaña. La vía había estado cerrada precisamente para permitir la ejecución del estudio geomecánico y poder de esta manera encontrar una solución definitiva capaz de garantizar el tránsito de personas y vehículos con un alto grado de seguridad.

Antes de comenzar la obras de estabilización definitivas se removieron los bloques de roca inestables para después realizar la intervención definitiva que consistió en instalar un sistema de anclajes activos posicionados en el pie del afloramiento rocoso, evitando de esta manera un fenómeno de inestabilidad global. Dichos anclajes, junto a la construcción de un túnel artificial, estaban en grado de proteger la vía de la eventual caída de bloques rocosos de menor tamaño desde la parte medio alta del talud. Las obras complementarias consistieron en la construcción de muros de contención en inmediaciones de los accesos al túnel y en la parte opuesta a la montaña (haciendo las veces de terraplén en el valle por donde pasa un río).

Dados los problemas presentados durante la fase de estudios, se decidió instalar un adecuado sistema de monitoreo y de control de la estática del talud.

Las mediciones obtenidas del monitoreo revelaron señales de inestabilidad durante y después de la instalación de las obras de contención, esto permitió la introducción, prácticamente en tiempo real, de variaciones al programa de avance de obras y de recurrir, donde fuese necesario, a tomar medidas particulares para la ejecución de las obras. La instrumentación de control funcionó también para verificar la eficiencia de las obras de consolidación en el tiempo.